Cuando conocí a Montse me sentí como "un escorpión en la maldición de Jade", como Woody Allen hipnotizando a Charlize Theron, pero ¡¿cómo una cocinera podía vestir así?! Ciertamente, se puede entrar a la cocina con unos taconazos de 11 cm. (resbalando eso sí) pero cocinando como los ángeles y cautivando al personal. Hay en realidad miles de anécdotas que contar y así lo haremos en el libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario