La receta que se explica a continuación es originaria del Principado de Asturias. Es un plato que se elabora principalmente en Oviedo. Los asturianos cuentan que el nombre de “carne gobernada” se debe a que su elaboración debe hacerse despacio, con orden y poniendo los cinco sentidos, es decir, con “buen gobierno”. Para hacerla, procura que te den una pieza de carne limpia de grasas.
Corta la carne en trozos y quítale la grasa que pueda tener alrededor. Pon los trozos en una fuente y añade 2 de los dientes de ajo finamente picados. Mézclalo todo y déjalo así durante una hora.
Mientras tanto desmenuza las hojas de laurel y ponlas en el mortero junto con el ajo que te sobró y un puñado de perejil. Machaca todo bien, añade el pimentón y vierte dentro el vino blanco, removiéndolo bien para que quede desleído.
Pasado el tiempo de maceración de la carne, pon una cazuela de barro al fuego, con aceite de oliva, y echa en ella los trozos de carne. Pon sal y deja que se vayan cociendo por todos lados. Cuando empiecen a tomar color incorpora las cebollas picadas, dejando rehogar todo hasta que veas que la cebolla empieza a tomar color.
En este momento vierte el majado que tienes en el mortero y deja que vaya cociendo a fuego suave hasta que veas que la carne está muy tierna. Debes ir controlando la evaporación, añadiendo agua si se queda sin líquido.
Puedes servirlo con patatas fritas o con otra guarnición de tu gusto: guisantes, zanahorias, ensalada….
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