La estética de tus ojos
bien vale un antojo… de poeta rojo,
un ensayo,
una boda,
una oda
a la radiación del fondo cósmico
y al amor del rincón recóndito
que no esconde ni un trasgu, ni un duende ni un conde
que habita en tu casa
que es la mía
que es casa de niños
y niñas
y es casa de sueños
y ensueños
de grandes y pequeños
que anhelan
y esperan
lo que les vamos a regalar:
amor y más amor.
Coronas de espinas…
quedan atrás,
Porque el dolor no es en vano,
cuando se acaba el desamor…
Ojitos de miel ,
naricilla de rhesus,
qué me rezas cada noche
cuando Aldebarán se oculta
cuando tus piernas entreveras
entre mis piernas a tu vera?
Sí, no sé bailar,
pero sé llenar de llanto estos versos…
Llanto lindo,
lindo canto charrúa.
Ríen ríos de emociones
y cuando no quedan lágrimas por secar
uno ya no sabe qué llorar…
Entre tanto
otros cantos y reires a tu lado
otrora, sin embargo, adverbiando me quedo yo con tu regazo.
Quién soy yo más que un privilegiado!
El dolor se alivia cuando éste no tiene cauces por los que transitar.
El amor se aviva cuando el poeta tiene algo que rimar.
Tu eres mi rima, mi musa y mi lira
y ahora mira aquí postrado
junto a ti me hallo
desposado a la novia
del universo visible
y a la diosa del universo invisible.
Montse y Pedro 05-03-2011
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