miércoles, 3 de octubre de 2012

Dios Baco





Especial importancia adquiere el vino cangués por ser ésta la única zona de Asturias donde se cultiva. La larga tradición de la vid se remonta a la época romana y fue potenciada después por los monjes benedictinos a partir del s. XI. Su elaboración en las vetustas bodegas mantiene aún los métodos tradicionales. Las variedades de uva autóctona son las de carrasquín, berdejo y albarín, contando con una mayor producción las de mencía, introducida a finales del siglo XIX tras la plaga de la filoxera. La vendimia constituye un auténtico acontecimiento festivo y social.


Se caracteriza el vino cangués por ser un vino joven, tinto, de baja graduación, ligero, con buen gusto y una cierta acidez. El vino de Cangas ha de degustarse en los tradicionales cachos, cuencos de madera que se cuecen en las tinas de madera en las que fermenta el mosto.
“TINTO”

Las variedades Albarín negro, Mencía, Verdejo negro y Carrasquín, ensambladas en este vino, se vendimian a mano, en viñedos de alta montaña, en su punto óptimo de maduración.

La cuidada vinificación y su estancia durante ocho meses en excelentes barricas de roble, le confieren su cuerpo y aroma característicos, producto de la tierra y las manos que lo ven nacer.

Añada 2.007

Botella borgoña 75 cl

Graduación alcohólica 12º

8 meses barrica

Producción limitada a 10.000 botellas






“TRESOCTAVOS”



Las uvas Mencía, verdejo negro, Carrasquín y albarín negro han sido cosechadas con esmero, permanecido un tiempo en maceración con el mosto, dan este vino tinto, joven, de color gusto y aroma intensos, que recuerda las variedades y la zona de las que procede.



Añada 2.006

Botella bordelesa Elite 37,5 cl

Graduación alcohólica 12.5º

Producción limitada a 8.400 botellas

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